Por Carlos Roa
Vivir en medio de la crisis climática es nuestra realidad de hoy. Esto quiere decir que es importante introducir a nuestros niños en el asunto, para que sepan manejar esta situación y lo hagan mejor de lo que lo han hecho las generaciones anteriores.
«Igual que con otros temas difíciles como el sexo y las drogas, aborda el cambio climático de una manera sensible al desarrollo», dice Wendy Greenspun, una psicóloga clínica de Nueva York que se dedica a temas climáticos.
Al hacerlo, se establece una línea de base para que los niños asimilen información más compleja a medida que crecen y se preparan para ejercer su propia voz en nombre del futuro de su generación.
Un buen punto de partida puede ser preguntarles si han escuchado hablar sobre el cambio climático y qué saben del tema. Puede ser una buena conversación para ampliar conocimientos y atajar tempranamente conceptos errados que provengan de fuentes que no son confiables.
Amor por la naturaleza
Otro gran momento para comenzar, es cuando los niños demuestren interés por los animales. Hay que reforzar su amor natural por otros seres vivos, enseñarles que cuidarlos es nuestro deber y decirles que no se trata solamente de las especies domésticas, sino de todos los seres vivos de la naturaleza, así como de su hábitat.
Los cambios de estación son un buen momento para cultivar el amor a la naturaleza. Disfrutar los colores del otoño, o el renacer de la primavera, son ocasiones para incrementar el respeto y la admiración por el planeta.
Aprender con ejemplos
Los ejemplos siempre son de gran ayuda para explicar algo a los pequeños. En un día de mucho calor, se les puede decir: “¿Te imaginas cómo te sentirías si tuviéramos aún más calor?” También se le pueden mostrar los pastos secos en verano y pedirles que imaginen qué sucedería si eso les pasara a todas las plantas.
Además, se les puede explicar cómo la vegetación ayuda a combatir el cambio climático, simplemente saliendo al exterior y sentándose bajo la sombra de un árbol.
Premios y celebraciones
Es conveniente premiar que recuerden apagar la luz al salir de la habitación, o que cuiden las plantas. También se puede convertir en un acontecimiento de celebración la instalación de paneles solares en la casa o reforzar el uso de la bicicleta, que además es una actividad agradable.
Además, no se debe subestimar la capacidad de los niños de entender su realidad. Probablemente ellos mismos traigan nuevos ejemplos durante una conversación sobre el tema, lo cual demuestre que están más alerta y son más sensibles de lo que imaginamos.
Jamás se debe abordar el asunto desde una perspectiva pesimista. Tenemos que dejar nuestras propias preocupaciones fuera de la conversación. Los niños perciben al mundo como un lugar bueno y seguro para vivir, debemos asegurarles que es así, pero que necesitamos cuidarlo para que siga siendo de esa manera.
Es importante enfocarse en acciones y soluciones. Es bueno asegurarles que, si tomamos las acciones correctas, el futuro será mejor.