Por Thais López Vogel
Septiembre marca el mes de la Herencia Hispana en Estados Unidos. A partir del 15 de este mes y hasta el 15 de octubre, el país celebra y reconoce las contribuciones que los estadounidenses con raíces en México, América Central, América del Sur, España y los países hispanohablantes del Caribe han hecho a la sociedad y la cultura de los EE. UU.
De acuerdo a la Oficina del Censo, somos 63,7 millones de personas o un 19,1% de la población total, lo cual nos convierte en la mayor minoría étnica de la nación.
Sin embargo, es cada vez más evidente que la población hispana en Estados Unidos carga con un legado que no es su responsabilidad. Esta herencia ha resultado en consecuencias que sufren y dificultan sus vidas cada vez más, en concreto, su vulnerabilidad ante el cambio climático.
No nos referimos solamente al impacto que el clima extremo les ocasionó en sus naciones de origen, sino también al que experimentan hoy aquí, en su nueva tierra.
Si nos dedicamos a indagar en las razones por las cuales los hispanos migran de sus países de origen, descubriremos que muchos de ellos lo hacen obligados por eventos climáticos, desde las sequías y el aumento de temperaturas que hace perder cosechas hasta inundaciones y huracanes.
Un reporte de Naciones Unidas señala que los eventos relacionados con el clima y sus impactos cobraron más de 312.000 vidas en América Latina y el Caribe y afectaron a más de 277 millones de personas entre 1998 y 2020.
Las condiciones adversas y traumáticas en las cuales se produce esta migración, colocan a los inmigrantes en amplia desventaja para salir adelante en su nuevo país. La consejera profesional licenciada Alicia Sewald amplió el tema en nuestro podcast Corrección Climática. Puedes escuchar el episodio en inglés aquí y el episodio en español aquí.
Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), los hispanos y latinos tienen un 43% más de probabilidades de vivir en zonas con las mayores pérdidas de horas de trabajo, debido al aumento de los días de altas temperaturas provocado por el clima.
Añaden que los individuos hispanos y latinos también tienen un 50% más de probabilidades de vivir en zonas costeras con los mayores retrasos de tráfico, debido a las inundaciones por mareas altas.
De acuerdo a un reporte de Moms Clean Air Force, el 50% de los hispanos en los Estados Unidos viven en 4 estados que ya sufren los efectos negativos asociados con el cambio climático: California, Texas, Arizona y Nuevo México.
El elevado número de trabajadores latinos que laboran al aire libre lo hacen principalmente en construcción y agricultura. De acuerdo al National Center for Farmworker Health, el 92% de los trabajadores agrícolas de California son latinos.
Todos los trabajadores al aire libre son altamente vulnerables al calor extremo y a perturbaciones de salud relacionadas con el clima, golpes de calor, desmayos, insolación y la complicación de afecciones como la hipertensión.
La acción ante el cambio climático no es solamente urgente, además debe tener en cuenta que no todas las comunidades son afectadas de igual manera y los hispanos están entre los más impactados.
Este Mes de la herencia Hispana debe colocar el foco en soluciones especialmente dirigidas a ellos. Necesitamos trabajar en informar e involucrar a estas comunidades. Además, tenemos que solicitar acción efectiva a nuestros oficiales electos, para aliviar el peso de las consecuencias que esta población debe afrontar.