Por Thais López-Vogel y Susana Cárdenas
Este Día Nacional de Concientización sobre el Calor –27 de mayo-, ¿cuán bien preparados estamos ante el calor extremo, para esos períodos prolongados de temperaturas superiores a los 90 °F? ¿Qué haremos cuando el calor se haga insoportable?
Debido a la enorme cantidad de gases de efecto invernadero que ya hemos arrojado a nuestra atmósfera, el calor extremo es un hecho y no una simple posibilidad. La respuesta a esta situación requiere dos enfoques simultáneos: prepararnos inteligentemente para enfrentar los impactos del cambio climático y darle sentido de urgencia a la reducción acelerada de las emisiones que causan el calentamiento global.
Primero, necesitamos un plan para hacer frente a lo que ya no podemos evitar. El calor excesivo ocurre con más frecuencia, perdura por más tiempo y es una amenaza existencial a la humanidad y todos los seres del planeta; piense en manatíes, caimanes, panteras, magnolias y nuestras queridas mascotas.
Ciertamente, el calentamiento global no está cobrando vidas de manera uniforme ni aleatoria. La carga más fuerte recae sobre los pobres y marginados cuyos bajos ingresos limitan severamente sus opciones. Además, están más expuestas las personas que trabajan al aire libre en el turismo, la agricultura o la construcción (sectores claves para la economía de Florida); otros grupos altamente vulnerables son las mujeres embarazadas, los bebés, los adultos mayores y las personas con problemas de salud. La incidencia de calambres, agotamiento por calor e incluso golpes de calor va aumentando rápidamente según las estadísticas de visitas a emergencias, hospitalizaciones y de mortalidad.
Necesitamos alertas tempranas y planes de acción relacionados con el calor. Un buen ejemplo es la campaña de servicio público sobre el calor extremo y la salud en español, inglés y creole, y dirigida por The Women’s Fund Miami-Dade con el apoyo de la ciudad de Miami, el condado de Miami-Dade, Baptist Health y la Fundación VoLo. Si bien la iniciativa se enfoca en ayudar a las mujeres embarazadas a identificar los signos del estrés por calor y localizar recursos para prevenir enfermedades, el contenido de la campaña es oportuno y beneficia a todos. Lo cierto es que el calor puede enfermar a cualquiera, y el calor es un asesino silencioso.
Ya hemos calentado el planeta en 1,1 °C (ritmo que se ha duplicado desde 1981), y los siete años más recientes (2015-2021) fueron los más cálidos en la historia. El informe anual de la Organización Meteorológica Mundial publicado este mes contiene noticias inquietantes sobre la pérdida de vidas humanas, las migraciones forzadas, las olas de calor, el aumento del nivel del mar, la inseguridad alimentaria, las sequías y laspérdidas económicas.
En cuanto a lo que podemos evitar… claramente, el grado de calentamiento sigue dependiendo de la cantidad de gases de efecto invernadero que producimos o reducimos y la medida en que dejamos el carbón, el petróleo y el gas en su estado natural, a salvo bajo tierra. Refiriéndose al informe de la OMM, el Secretario General de la ONU António Guterres, dijo: “Debemos poner fin a la contaminación por combustibles fósiles y acelerar la transición a las energías renovables antes de que incineremos a nuestro único hogar”. También presentó un plan para financiar la generación de la energía renovable, reducir los trámites burocráticos, hacer más accesibles la tecnología y los recursos necesarios, y redireccionar el capital de una industria de combustibles fósiles que consume medio billón de dólares a nivel mundial en subsidios públicos… de nuestros impuestos.
Más cerca de casa, la galardonada defensora del clima y fundadora de The CLEO Institute, Caroline Lewis, dice: “Dejen de fingir que podemos abordar los impactos del cambio climático sin abordar las causas del cambio climático”. Amonestó a FPL, el monopolio de suministro eléctrico de Florida: “Eres un gigante dormido y sigues ignorando el reloj despertador”, en referencia a la inexcusable demora de FPL para establecer una meta para producit un 100% de energía cero-emisiones.
Los últimos datos disponibles a nivel estatal (2018) muestran que la generación de energía eléctrica es responsable del 40 % de las emisiones de GEI de Florida y el transporte emite otro 42 %. Según el director ejecutivo de FPL, Eric Silagy, se necesitaron 20 años para reemplazar el petróleo con gas para la generación de electricidad. Eso significa que la próxima transición debe ser el doble de rápida para cumplir con el objetivo de electricidad cero-emisiones para 2035.
Florida necesita electricidad 100% libre de carbono. Es obvio que en Estado del Sol tenemos la gran oportunidad de aprovechar los grandes recursos solares y otras fuentes energéticas limpias y renovables, tanto a micro como a gran escala -centrales generadoras o generación distribuída (ej. paneles solares sobre techos). Necesitamos también de medidas de eficiencia energética y de la expansión de las redes de transmisión y distribución eléctrica. La demanda de electricidad aumentará rápidamente en un estado que ya es el segundo mayor generador de electricidad del país, después de Texas, tiene el segundo mayor número de matrículas de vehículos eléctricos, después de California, y utiliza aire acondicionado prácticamente todo el año. El mismo sol que puede matarnos puede, en cambio, mejorar nuestras vidas si usamos su energía de manera inteligente.
Necesitamos todas las manos a la obra (gobierno, empresas y sociedad civil) para convertir el Estado del Sol en un estado impulsado por la energía solar.
Las autoras son la Consejera y la Asesora Principal, respectivamente, de la Fundación VoLo, una organización filantrópica familiar con sede en Florida cuya misión es acelerar el cambio y el impacto global apoyando soluciones climáticas basadas en la ciencia, y mejorar la educación y la salud.